Me quedo con todas sus miradas, todas sus palabras. Me quedo con sus manos y su espalda, sus ojos verde militar y esa boca que me volvía loca. Me quedo con sus muslos y su polla, sus pies y sus dedos. Todo ha sido genial y todo tiene un final. Sonrío al recordarte y con eso me quedo, con que me hagas sonreír aunque no estés aquí.
Vuelve.
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